Sé que a veces
la puedo cagar de tal manera que ver tu cara de lateado me hace mal, no me
gusta, sé que puedo llegar a ser un imbécil, pero me gustaría que supieras que,
aunque no me creas, las cosas las, en cierto punto, siempre las pienso antes de
decirlas, pero mi tono de voz no me acompaña, el modo de decir las cosas es
obviamente importante, pero lo hago de manera inconsciente, en verdad.
Ver tu cara de
amargado por algo que hice, no me hace ninguna gracia, siempre quiero arreglar
las cosas, sabes que me gusta hablar las cosas directamente, pero si tu quieres
pensarlo un tiempito, yo te daré la razón.
Lo único que sé,
es que no quiero perderte, me amarga pensar que un día te va a dar rabia a tal
intensidad que me mandes a la punta del cerro, no quiero que eso pase, y
tratare de siempre no cagarla.
Soy un imbécil,
es verdad, pero soy tú imbécil.