San Pedro de Atacama
Nuestro segundo día en San Pedro de Atacama empezó temprano,
muy temprano, a las 4 am, ¿el motivo? Compramos un tour hacia los Géiser del
Tatio, y las fumarolas se aprecian mejor temprano, en la Hostal Corvatsch tenían
una promoción, ya que la hostal no solo da alojamiento, sino también que ofrece
tours por San Pedro, de esa manera, por ser huéspedes de la hostal teníamos un
descuento en el tour, así que sin pensarlo dos veces adquirimos ese primer
tour.
Temprano en la hostal nos levantamos y en el mismo hall
te esperan pasa salir, así que fuimos en un bus muy cómodo y con calefacción,
ya que ese día en la mañana hacia mucho frio (recomiendo estar bien abrigados).
Luego de pasar a buscar a otras personas, nos dirigimos al desierto hasta
llegar a los géiseres.
Cuando llegamos el frio te golpea un poco, de verdad
estaba muy helado, pero el paisaje te hace no pensar en eso, y la verdad es que
los géiseres del Tatio son increíblemente hermosos. La comunidad que la
administra tiene el lugar impecable, muy limpio todo, de verdad.
Hay algunas fumarolas que traen agua muy caliente, a
pesar de que agua hierve a esa altitud a los 80°C, puede que no sea “tan”
caliente, por ha habido accidentes y gente ha muerto por caer al agua, al menos
así nos dijo el guía y por lo que leí luego en la prensa, fue verdad.
Así que mucho ojo, todas las fumarolas están rodeadas de
un borde con piedras, no se acerquen mucho a las fumarolas grandes que hay. Recordar
que los géiseres están a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, pueden
existir riesgos de apunarse.
La mayor actividad geológica del lugar es dentro de las 5
y 7 am, por ende todos los tours son a esa hora y donde fácilmente algunos
chorros de agua pueden alcanzar más de 3 metros de altitud.
Este tour constaba de desayuno, asi que igual comí harto jajaja
Luego de eso, nos fuimos a las Termas del Tatio, que están ahí
mismo. El agua no era tan caliente como las termas de Bolivia, de hecho, pasé
frío, pero bueno, estaban decentes, así que igual nos bañamos un rato
Terminada esa parada fuimos al pueblo de Machuca, un
pueblito bien pequeño que es muy bonito. Mientras íbamos en la carretera,
paramos en un puente donde corría un riachuelo, ahí vimos algunas aves y conoci
las famosas taguas altiplánicas, que son las más grande de las especies de
taguas... dato vet para uds...
Al llegar a Machuca, nos esperaban con artesanías y comida,
la comida era muy rica, probé la carne de llama, de verdad muy rica y sabrosa,
totalmente recomendables los anticuchos y las empanadas, también venden
empanadas de queso de cabra y albaca, que son una exquisites, un orgasmo
culinario, de verdad.
Ahí en el pueblo mismo, hay una iglesia, que estaba cerrada,
una pena, ya que quería entrar, pero igual nos sacamos cerca de ella.
Luego de eso volvimos a San Pedro donde fuimos a almorzar al
Barros nuevamente, esta vez si comí todo del plato, no deje nada.
Después fuimos a la Hostal nuevamente para reposar el
almuerzo y recuperar energías para el el tour de la tarde, las Lagunas
Escondidas (creo que se llaman así) que por su alto porcentaje de sal, al
meterte a la laguna, no te sumerges sino más bien, flotas. La principal laguna de
estas características, la Laguna Cejar estaba cerrada para varias oficinas de
turismo porque estaban cobrando 30 mil pesos la entrada a la laguna, cosa bien
absurda. A raíz de esto, varias oficinas ofrecían otros panoramas, esta vez
fuimos a la Oficina Lican Antay, donde la niña que nos atendió nos ofreció estas
lagunas. El tour sale 18 mil pesos.
A las 3 nos citaron, y a las 3 estábamos ahí esperando con
el resto de gente. Partimos relativamente puntuales. El viaje dura casi una
hora más o menos, al llegar a las lagunas, hay 2 pequeñas lagunas donde te
puede bañar, la primera esta apenas te bajas del bus, y la segunda esta al
final de un pequeño trekking, el guía Jeff, era muy buena onda, y te va
hablando de la historia del lugar y alguna de las características de la zona, así
que en verdad el tour muy completo.
Al llegar a la última laguna, nos bañamos, pero antes de eso
nos advirtieron que teníamos que tener cuidado con los bordes de la laguna
misma, ya que la sal forma cristales que son bien peligrosos.
La sensación de no poder hundirte igual es extraña, pero al
final te acostumbras.
Terminada el baño, se camina nuevamente al bus, donde te
esperan con pisco sour y comida.
Luego de comer y tomar un par de tragos, nos subimos de
nuevo al bus y de ahí nos llevaron al mirador de Cari para ver la puesta de
sol, las imágenes hablan por si solas.
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<3 |
llegada la noche, fuimos a comer algo y de nuevo a dormir, para vivir el ultimo dia en San Pedro de Atacama.