Como que antes me gustaba volarme solo en mi casa en la noche, ahora no, ya que últimamente me pongo a pensar weas y eso no me gusta.
Tengo como muchas preocupaciones y eso pesa en este momento, y hacerlo volao no ayuda en nada.
Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
martes, 30 de mayo de 2017
lunes, 22 de mayo de 2017
Bitácora de Viaje - Los últimos 3 días - Días 7, 8 y 9
La verdad de las
cosas es que no sabía muy bien como terminar este viaje aquí en el blog, pero
al final me decidí en agrupar los últimos 3 días en esta entrada, por una razón
bien simple: los últimos 3 días lo dedicamos a descansar en las playas (Ipanema
y Copacabana) comer y beber… y para subir 3 veces lo mismo, preferí agrupar
todo de una.
Miércoles 22
Este día aparte de
levantarnos muy tarde, decidimos que íbamos a estar todo el día en la playa, así
que eso hicimos, durante la mañana nos quedamos en Copacabana. En la playa,
como había dicho anteriormente, puedes arrendar un quitasol, y además varios vendedores
se te van a acercar para que le compres trago, comida, artesanías, etc. pero
como siempre, todo vale de 20 reales hacia arriba.
Lo rico es que
compramos unos camarones fritos con una salsa que era maravillosa, de verdad,
creo que compramos más de una vez esos camarones, deben tener como 80.000 calorías,
pero son demasiado ricos.
Lleven harto
bloqueador porque el sol pega fuerte, y bien fuerte te diré. Luego de estar
mucho rato en la playa, decidimos caminar un poco y fuimos a Ipanema, en la
vereda de la playa hay harto comerciante, pueden comprar artesanías y cerveza,
mucha cerveza.
Al caminar por Ipanema
puedes ver que todas las clases sociales se reúnen en la playa, hay gente muy
guapa y otras no tanto, hombres y mujeres lindos, otros no tanto. Que la vista
se distrae, se distrae. Caminamos hasta el posto 8, que es el sector gay de Ipanema,
de puro copuchentos no más fuimos.
De ahí nos
devolvimos y nos quedamos en la playa hasta que atardeció/anocheció.
Jueves 23
Nuestro penúltimo día
en Brasil lo descansamos plenamente en Ipanema, estuvimos todo el día y
aprovechamos de sacarnos fotos con la “Go pobre” que nos prestó un amigo, que
igual apañó, la verdad estuvimos todo el día en la playa, y ya nuestra última
tarde en Brasil nos regaló uno de los cielos más lindos que he visto, de
verdad, fue muy bonito.
Viernes 24
Último día en Brasil,
nuestro avión salía temprano, así que en la mañana nos dedicamos a arreglar el
departamento, limpiarlo un poco y cosas de esa índole. No había arrendado nunca
y tampoco conocía Airbnb, y de verdad me gusto la experiencia, lo volvería a
repetir muchas veces más. Luego de hacer algunas compras en el supermercado,
tomamos nuestras cosas y ya era hora de partir, de volver a Chile, a Marzo, mi
pareja a su trabajo y yo a la búsqueda de uno. Como siempre me vino esa angustia
de no querer volver, de pensar porque no soy millonario y me dedico a viajar
por el mundo, pero bueno, no nací en cuna de oro y era hora de afrontar la
realidad, caminamos a la Avenida Atlántida y luego de 20 minutos esperando, el
bus paso, 2018 era su número y demora como media hora en llegar al aeropuerto,
se pasea por casi toda la costanera de Rio de Janeiro para luego llegar al
Santos Dumont y de ahí recién ir al Tom Jobim. Dentro del bus reinaba el
silencio, las miradas a la ventana mostraban las hermosas playas de Rio que
espero volver a ver en el futuro.
Al llegar al
Aeropuerto Internacional Tom Jobim recordé lo enorme que era y lo mucho que
caminamos adentro para encontrar nuestro embarque. Nos llamó mucho la atención la
vestimenta de las aeromozas de Emirates, que tienen un uniforme bien especial y
bonito, además, la gente de china que siempre anda gritando y colándose y metiéndose
por la raja la fila y no respetan a nadie. No sé en verdad qué onda esa gente.
Adentro el aeropuerto
es bien moderno, de echo con solo pasar tu ticket por un lector las puertas se
abren y adentro esta todo señalizado, así que en verdad todo muy moderno.
Esperamos poco
antes de subirnos al avión, ya era hora de volver y el viaje había llegado a su
fin.
Fue una bonita
experiencia, un bonito lugar, un lindo país y con ganas de volver y conocer
otros lugares, el viaje fue largo, de echo llegamos casi a media noche a
Santiago.
Mi pieza me
esperaba tal cual la había dejado, mis perros no podían más de la alegría al
verme, y pude una vez más acostarme en mi cama.
Gracias Rio por
todo, espero volver a verte nuevamente.
jueves, 11 de mayo de 2017
Bitácora de Viaje - Arraial do Cabo El Caribe Brasileño - Día 6
Nuestro 6t0 día de viaje fue un paseo que queríamos
hacer sí o sí, aunque estábamos bien indecisos a donde ir.
Existe cerca de Rio de Janeiro 3 lugares que son
visita obligada para casi todos, dependiendo de tu tiempo y lucas puedes
visitar los 3, o ir a uno solo como fue en nuestro caso. Saber cual de los 3
nos convenía mas ir fue en un principio algo tedioso, pero al final luego de
investigar harto decidimos ir a uno de los destinos.
Estos destinos son: Búzios, Cabo Frio y Arraial
do Cabo, y nos decidimos ir por el ultimo, ya que a este se le conoce como el “Caribe
Brasileño”.
Para ir contratamos a la agencia Rio Maximo, que
según recomendaciones de TripAvisor, es la mejor agencia de turismo de Rio,
tiene paseos a todos los lugares y en varios idiomas, es también una de las
agencias con el precio mas elevado, pero cuando se trata de tener una buena
experiencia yo les recomiendo que la paguen.
Nuestro paseo a Arrial do Cabo nos costo R$ 220
(que son alrededor de 47 mil pesos chilenos clp) pero vale la pena, todo es de
primer nivel, además de que incluye el almuerzo.
Por suerte nuestra, la oficina quedaba casi al
lado de nuestro departamento, así que fuimos caminando hacia ahí para comprar
el tour, una vez comprado, esperamos hasta el día siguiente para irnos de
paseo.
Te van a buscar tipo 8 de la mañana, pero sales
de Rio tipo 10, ya que el bus va a buscar a todos los turistas que contrataron
el paseo. El bus es como una liebre, con asientos reclinables, aire
acondicionado y vidrios polarizados, así que igual te sientes así como VIP,
nuestra guía Karla y el chofer Fabio fue lo mejor que nos pudieron haber dado.
El viaje a Arraial igual es largo, pero no se
hace aburrido, puedes dormir, leer un libro o conversar con la guía o los otros
visitantes. A medida que vas llegando la guía nos comento de los distintos
tipos de climas que hay y cual es una de las principales actividades del
sector, que es la producción de sal. Llegamos al pueblo, y la verdad no tiene mucho, ni
ningún encanto especial y tiene una infraestructura turística más modesta
ya que no dispone de muchos restaurantes y hoteles, aun así sus playas están catalogadas
como una de las mejores de Brasil.
Nos habían metido miedo de que las aguas eran
mas frias que en Rio, pero la verdad es que por lo menos yo no lo encontré así,
era como lo mismo en verdad, pero lo que si llama la atención son las aguas color
turquesa y la fina arena blanca. Estas aguas le dan una característica muy
especial ya que es un lugar ideal para realizar buceo, así que hay también muchas
escuelas que hacen cursos dispersadas por las calles.
Al primer lugar que nos llevaron fue a la playa Prainha,
que queda llegando a la ciudad, es una playa pequeña, con muchos turistas y lo
que no me gusto mucho es que casi todos los puestos están en la playa misma,
entonces hay pocos lugares en donde puedes dejar tus cosas o tomar sol, pero en
sí, la playa es súper rica, aguas no heladas y la arena casi blanca.
Terminado este lugar, te dejan estar como 1 hora
y media, fuimos a almorzar a un lugar cuyo nombre no recuerdo, pero era un
hotel de la misma ciudad el cual tenia comida bufet, así que podías comer todo
lo que quisieras, pero tienen un cuidado especial, si dejas comida, te lo pesan
y te lo cobran aparte, cosa que solo saques solo lo que puedas comer y no
dejar comida en el plato, lo que me pareció una excelente iniciativa.
Terminado eso nos llevaron a un nuevo lugar,
llamado Praia dos Anjos que es donde esta el puerto del pueblo, ahí esperamos
un tiempo y nos subimos al barco que hace el paseo por las playas del lugar.
En el barco nos topamos que casi toda la tripulación
eran argentinos, los cuales animaron la travesía y hicieron que bailáramos axe y
weas de esa índole.
Pasamos primeramente por el lugar que separa
Arraial con la isla donde se encuentra primera playa que visitáramos, esta separación
en uno de sus costados tiene la cara de mono como esculpida en la roca de
forma natural, pero la verdad es que yo de mono no vi nada, luego pasamos por
otro lugar donde se encuentra la imagen de una virgen, esta lugar se llama "Fenda de Nossa Senhora" o la Grieta de Nuestra Señora, es una grieta natural la cual en su base tiene la imagen de una Virgen de Nuestra Señora de Asuncion, se dice que en los años 1700 un pescador la encontró cerca del lugar y que fue llevaba a la Iglesia de Arraial, pero que misteriosamente desapareció y la volvieron a encontrar en la grieta, por ende sigue ahí. La leyenda dice que si te quieres pasar el resto de tu vida con alguien, debes besar a ese alguien al frente de la imagen religiosa.
La primera playa que visitamos fue Praia do Farol,
un lugar que es una reserva biológica, por ende solo se puede transitar por la
playa y no por la isla. La Marina de Brasil se encuentra vigilando el lugar y te pueden dar una
multa por botar basura. Esta playa es súper bonita, tiene su encanto, aunque me
hubiese gustado que hubiera menos gente, hay demasiados turistas en la playa, así
que olviden de estar en la arena sin que no escuches el ruido de gente gritando.
Terminado este lugar, fuimos a otra playa, Prainhas do
Pontal do Atalaia, lugar que se les conoce como “las playitas”,
aunque es una sola playa, cuando sube la marea parte de la arena queda
sumergida y esto hace que el agua parta la playa en dos. Aquí no nos tomamos
fotos, solo nos dedicamos a nadar y estar en el agua. Te dan la opción de poder
ir nadando a la playa, y yo les recomiendo eso en vez de que los vayan a dejar
en un bote mas pequeño.
Imágenes referenciales:
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Después de esto teníamos que ir a la Praia do Forno, pero de verdad no recuerdo si estuvimos ahí o no. Solo sé que después nos dieron permiso para hacer esnórquel y que en el agua habían solo medusas de las cuales picaban muy fuerte.
Aunque parezca poco, el paseo
dura 14 horas aproximadamente, con los transportes, almuerzos, paradas y todo lo mencionado, de verdad lo
recomiendo.
Al final nos despedimos con una hermosa puesta
de sol en la Praia Grande cantando una canción por Arraial do Cabo de parte de nuestra
guía Karla
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