Nuestro último día de aventuras llegaba y empezaba con
nosotros haciendo todos los preparativos para salir antes de las 11 de la
Hostal Corvacht, duchas y guardar la ropa era lo primordial. Como dije
anteriormente, Thassio se unos unió desde que nos bajamos del bus de Bolivia, así
que él había comprado para ese día un pasaje para La Serena, lo tenía a las
2:30 de la tarde, así que no sabíamos muy bien que hacer, por suerte el día anterior
habíamos quedado en ir al Pucará de Quitor, así que fuimos a arrendar
bicicletas, que por $3500clp puedes arrendarlas por 6 horas, así que alquilamos
las bicicletas y nos fuimos a pasear.
De San Pedro al Pucará no son más de 10 minutos en
bicicleta, al llegar ahí, estacionamos las bicis y luego pagamos la entrada,
que valía $2000clp si mi memoria no me falla, para recorrerlo son como 1 hora
30, o 2 horas más o menos, el lugar es súper místico, además estábamos en contra
del tiempo ya que Thassio se tenía que ir a las 2:30 así que igual lo hicimos rápido,
pero alcanzamos a recorrerlo todo, claro si que después supe que había otra
entrada donde había un pórtico con rostros, lamente no haberlo visto, pero
bueno, nada que hacer. En el Pucará hay mucha información sobre la cultura
atacameña, las influencias que tuvieron con la cultura Tiahuanaco e Inca, para
luego ser conquistados por los españoles y la atrocidad que ocurrió cuando en
el Pucará mataron a todos los jefes por haberse resistido a la conquista...
Aun así, al final de recorrido hay una cruz muy grande sobre
una plataforma y el memorial está bajo la cruz de un tamaño menor, yo creo que debería
ser al revés, al final se entiende más que es un monumento al cristianismo que
a la Cultura Atacameña con esa cruz gigante, aunque explican que es para una “reconciliación”
de los pueblos la verdad es que yo creo que nadie lo toma así...
Al terminar la visita al Pucará, fuimos a dejar a Thassio
al terminal de buses y luego recorrimos
un poco más San Pedro. Yo quería ir al museo de San Pedro así que para allá fuimos, el museo lo fundo un cura, el Padre
Le Paige (algo bueno que haga un cura) y la verdad es bastante bueno, es chico,
pero lo suficiente como poder entender mejor la historia del Pueblo Atacameño.
Terminada la visita, ya era hora de viajar a Calama
nuevamente, cerca de las 8 pm teníamos bus hacia Calama. Nuestro vuelo salía a
las 8:15 am del día siguiente, así que solo atinamos a llegar a la ciudad,
tomar un taxi al aeropuerto y pasar la noche ahí, así que cara de raja saque mi
saco de dormir y me puse a dormir en las bancas, eso sí pase un susto, porque
una señora muy rara me golpeo el vidrio para preguntarme no sé qué cosa, porque
de verdad que no le entendí nada. Su cara me perturbo un poco.
En fin, tomamos el vuelo y en 3 horas yo ya estaba en mi
casa descansando.
Fue un muy bonito viaje, muchas experiencias vividas y
gracias a los que se dieron la paja de leerse las 8 partes de este viaje.